Aún estamos a tiempo de empezar el verano ¡¡con un par de tallas menos!! Lo conseguiremos siempre que nuestra dieta vaya enfocada a quemar las reservas de grasa de nuestro cuerpo y consiga mantener intacta nuestra musculatura para que nuestros propios músculos nos ayuden en la tarea de quemar la grasa de reserva.
1. No olvides el desayuno
Es conocido que según las estadísticas las personas que no desayunan tienen mayor tendencia al sobrepeso.Esta primera comida del día es especialmente importante para activar el metabolismo, mantener estables los niveles de azúcar en sangre y vencer la ansiedad a últimas horas del día. Es importante incluir lácteos desnatados, pan integral o cereales y fruta.
2. Hacer tomas ligeras a media mañana y en la merienda
Tenemos que tener en cuenta que cuando comemos nuestro metabolismo comienza a trabajar y esto conlleva un gasto de energía (calorías). Es por ello, que tomar alimentos muy ligeros entre horas como son frutas bajas en azúcares, yogures desnatados, queso fresco 0% o fiambre de pavo en cantidad moderada no sólo nos nutre ¡sino que conseguiremos restar calorías y con ello quemar las reservas de grasa!3. Elige un menú adecuado
En las comidas, reduce el pan y limita las raciones de pastas, arroces y legumbres a 3 raciones/semana y opta el resto de días por platos a base de verduras y hortalizas como primeros platos. Éstos deben ir acompañados con un segundo plato a base de proteína ligera de buena calidad como son las carnes magras, pescados, mariscos y huevos.En las cenas, evita los alimentos grasos y los hidratos de carbono como pan, azúcares, cereales, galletas, pastas, arroces y para evitar que se acumulen en forma de grasa durante las horas de sueño. Los menús más adecuados para las cenas constan de un primer plato a base de verduras y hortalizas y un segundo plato a base de pollo, pavo, pescado blanco, marisco o huevo.
4. Atiende a tus apetencias
Para conseguir éxito con la dieta quemagrasa la constancia es realmente importante. Para ello tenemos que encontrar la dieta que más se adapte a nuestros gustos, incluir variedad de recetasligeras pero sabrosas y permitirnos ciertos caprichos ocasionalmente que nos permitan romper la monotonía y seguir fuertes ante nuestro reto.Para conseguir este equilibrio sin truncar nuestro objetivo, es recomendable apoyarse en el dietista para que sea él quien marque los límites.
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